HÉROES

Superman, Batman, Spiderman, Catwoman, etc. Héroes de cómic, superhéroes imaginarios, símbolos de la esperanza en otro mundo mejor, en el que un superhomnbre resuelve y salva le humanidad; donde los malos pierden y la justicia se puede llamar justicia. Una esperanza. Unos héroes de dibujos.
En la vida real también hay o ha ahbido alguna persona que ha merecido tal título.Gente sin superpoderes, gente normal y corriente, que ha luchado por la vida, por la libertad y por la justicia en un mundo real. Incluso héroes olvidados, héroes de a pie, héroes anónimos. En realidad, se podría decir que hay muchos tipos. Pero hoy en día ese título se da muy a la ligera; tal vez porque todo el mundo se lo tome como una definición demasiado "fantástica", o tal vez porque todos vemos el mal de este mundo tan a la orden del día que interpretemos le mínima señal de algo normal como heróico. Sea como fuere, hoy quiero recordar ( pues hoy en día pareca que solo vemos lo que queremos ver) a otra clase de héroes, a esos que pertenecen al grupo de los que ni siquiera se ha pensado en ellos de ese modo, los que parece que nunca podrán hacer actos heróicos pues no pueden hacer ni siquiera una vida normal. Me estoy refiriendo a las personas que están enfermas; sí, a esas que están años sufriendo, padeciendo; no solo las cosas cotidianas, las que todos vivimos, a las que todos nos enfrentamos´, además, tienen que vivir condenados de por vida. Pensad en cómo os sentís cuando tenéis un resfriado, la gripe, o algo así, pensad en cómo tenéis que seguir con vuestra vida cotidiana así, los días hasta que os curáis; y ahora pensad en estar así para siempre, no necesariamente con esos síntomas, en realidad, peores. Estas personas sufren, pero pocos se percatan de la verdad; se pasan la vida tomando medicación: pinchada, ingerida, como sea; pero todos los días, siempre el mismo horario, para pocas cosas o para varia enfermedades, con sus respectivos efectos adversos, con cualquier edad; y muchas cosas más. Día tras día, mes tras mes, año tras año. Luchando. Desesperándose. Agotándose. Y más, y más. Siempre igual. Resistiendo a pesar de todo. Cayéndose y volviendo a levantarse, a duras penas. Sinceramente, para mí, eso sí que es heróico, y eso es algo que no todo el mundo tiene la suficiente fuerza para soportar. Estas personas sí que son verdaderos héroes. Espero que algún día todos seamos capaces de reconocerlo, y cuando lo hagamos, que no sea por vivirlo y ver en propia persona la poca ayuda que, aunque no lo parezca, reciben y cómo tantas veces se les da la espalda, algo, que hace la sociedad en general. Por eso, desde aquí, me quito el sombrero ante todos ellos; por su fuerza, coraje, valentía, y muchas más cosas. Gracias por esta lección de vida. Todos ellos, y ellas, son mis héroes.