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sábado, 24 de octubre de 2009

VIVIR PARA VER

Poneos en situación, vas al médico para tí y para tu madre (como ya medio conté en otra entrada, está enferma), y tu doctora, una buena doctora que se preocupa y hace todo lo posible por ayudaros, que os ha mandado a todos los médicos y especialistas en cada rama de medicina que tu madre ha necesitado, te dice una y otra vez que no sabe qué va a hacer, que ha hecho todo lo posible, que ha recetado de todo, pero que tu madre no mejora, al contrario, va a peor, cada día con más dolores, cada vez en más partes del cuerpo, con recaidas cada dos por tres, cada vez más problemas y más medicación para todo, y que ya no sabe qué hacer con tu madre, porque lo suyo es un círculo vicioso, que le manda un medicamento para una cosa pero le va mal para otra, que los efectos secundarios del único medicamento que le sirve para lo principal, que no hay otro que le sirva, es el que le ha producido todas las enfermedades que ahora tiene (desde hace mucho) y, encima, este medicamento solo sirve para mantener, pero no cura del todo, pero no lo puede dejar, es completamente dependiente, se le ha bajado la dosis al mínimo posible, pero claro, las consecuencias de tomarlo ya están, y eso son muchos medicamentos más que ayudan pero, como el otro, no curan. Y que tu propia doctora te diga que ya sí que no sabe qué hacer, que está desesperada porque no ve más salidas, que tu madre ha pasado por infinidad de médicos, y los que no le han hecho peor, tampoco le han dado ninguna solución. Oir de boca de tu doctora que, de verdad, no sabe qué hacer con tu madre, que es la pescadila que se muerde la cola, y que se siente impotente porque, después de todo, no sabe qué más hacer... duele, y mucho. Porque en ese momento, lo único que te sale decirle es: "pues si no lo sabes tú...". Lo "mejor" de todo, es que parece que no se da cuenta de con quien habla al repetirlo una y otra vez, está hablando con la persona que está prácticamente 24 horas al día con esa paciente a la que no sabe como ayudar, que dan ganas de sacar todo lo que llevas dentro y decirle: "(En tono sarcástico, por supuesto) ¿En serio? ¿No me digas? No tenía ni idea. Osea, que me estás diciendo cómo está MI madre, ¿no? Me estás diciendo todo lo que tiene cada vez que vengo, todo lo que toma, lo que le hace daño y lo que no, a todos los médicos que ha ido y va, y que no mejora. Claro, es que ¡como me he caido de un guindo! Porque mira, puede que tú sepas todos los nombres técnicos, los medicamentos, que tengas la carrera de medicina (que a este paso a mí no me hace falta ni hacerla), pero la que está todo el día viendo cómo está MI madre soy yo; soy yo la que se sabe todos los nombres de lo que toma y ha tomado, la cantidad, las horas y la forma de tomarlo, todas las enfermedades que tiene, soy la que le pide las citas, y la que le acompaña, y sin necesidad de mirar ningún historial; soy el brazo en el que se apoya, las veces que sale, la que ve cómo se agota por estar dos minutos a pie quieto, la que ve cómo le dan temblores y no mantiene el pulso de tanto medicamento, la que le lee lo que no consigue ver, la que la oye quejarse de los dolores al sentarse, al levantarse, al acostarse, la que la ha visto deteriorarse y estar como está con tan solo 47 años; soy la que la oye toser día y noche, escupir, vomitar flemas, y la que tiene que fingir que no oye nada cuando pasa, porque tiene que pasar, verlo como algo normal; es muy fuerte decir que te acostumbras a estas cosas, pero lo haces, nunca del todo, porque doler duele pero, por desgracia, una también se acostumbra al dolor. Yo soy la persona que mejor sabe lo que le pasa a mi madre (después de ella misma, por supuesto), asique, porfavor doctora, si me vas a contar todo lo que ya sé para luego decirme que has encontrado una cura, perfecto, pero si no es así, ahorra saliva, porque mejor que mi madre y yo, no lo sabe nadie, ni aunque sea médico."
Y eso no iría dirigido solo a ella, sino también a todos los que van de listos, tanto médicos como no, que se creen saberlo mejor que el propio enfermo.
Aclaro que, no digo que todos los médicos sean malos, hay de todo como en todo, la cuestión es encontrarlo o no. De momento, la incompetencia abunda en este país, habiendo también casos en los que nadie encuentra remedio y que, encima, tenemos que dar gracias a Dios de que, al menos, aunque nuestra doctora no encuentra soluciones, se interesa por buscarlas.



*Quiero dejar claro que lo que he contado en este escrito, lo he contado por la misma razón como la de casi todo lo que escribo (porque me da la gana, je), ha sido un hecho que he vivido repetidas veces (no, no me sumergí en un bucle temporal, dejad de ver tanta tele...), y del que he querido desahogarme, y exponer, a su vez, un caso verídico sobre lo "bien" que está la sanidad (otra vez), nada más. Con esto, quiero dejar claro que no lo he contado para que nadie me intente consolar, ni dar ánimos, ni nada por el estilo (hombre, si da la casualidad de que alguno es científico y ha encontrado alguna fórmula milagrosa, que dé el teléfono), no busco dar pena, ni que nadie se sienta mal, puesto que, cada uno sabe lo que tiene de puertas para dentro de su casa y tiene que vivir con lo que le toca, y punto.
A pesar de todo, a mí me han enseñado bien desde pequeña a ser feliz con lo que uno tiene, pues soy consciente de que hay personas muchísimo peor en el mundo y, por ello, hay que estra agradecido de no estar peor (aunque ya sería complicado, ya sería tomarse demasiadas molestias...), y yo, no me puedo quejar. Y me sientoafortunada de que, al meno, tengo a mi madre, la persona a la que más quiero en el universo ( que ya es decir), y a mi familia, con la que siempre puedo contar (porque con la que no puedo contar no la considero familia), y aunque a veces una necesita soltar toda la mierda que lleva dentro ( que no sienta mal, aunque podría estar mejor diciéndoselo a algunos en la cara), al final siempre sigue adelante (como los de Alicante) con el día a día, y siendo feliz con lo que cada uno considere que merece la pena. Y, aunque cuesta, os aseguro que la merece.

7 comentarios:

  1. Has dejado claro que no buscabas consuelo, pero aun así yo quiero decirte que lo siento mucho, y bueno, tngo q recurrir a frases típicas, pero, aunque sé que es difícil, no te desanimes y sigue ahí apoyando a tu madre, que seguro que le haces mucho bien. xo weno, esto no tndria ni q dcirtelo, es evidente q es lo q haces y lo q piensas seguir haciendo. y no sé q mas dcir...yo sólo quiero darte mis ánimos, aunq no los kieras...

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  2. Comprendo tu indignación y estás en todo tu derecho a expresar tu rabia...

    Muchos besos!

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  3. Hola Rebeca,

    Solo queria decirte que te entiendo y muy bien pues yo también batallé con mi madre por algo parecido y dejame decirte que la mejor medicina, la que ella más va a querer y que le haga más bien eres tu. Desgraciadamente la sanidad se ha vuelto hoy en dia una "endosarecetas" con unos medicamentos de mas que dudosa eficacion y que te destrozan más que te curan.
    Un abrazo y sigue luchando (aunque no hace falta que te lo diga) pues las madres lo merecen todo y nunca hacemos los suficiente por ellas. NUNCA.

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  4. Hola ladel13, Casteee, y Luis.Gracias por vuestros comentarios, y apoyos. Un saludo.

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  5. Hola Rebeca, quería decirte que ya he enlazado tus dos blogs tanto en el quimérico inquilino como en Hotel Overlook y que además me he hecho seguidor de los dos. Un saludo

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  6. Tienes un premio!!!! Pasa por mi blog a recogerlo :D

    Un Saludo!!

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  7. Hola Rick! Ya te he enlazado, gracias por hacerte seguidor!
    Alury! Ya he visto lo del premio, gracias, a ver cuando lo puedo hacer!! Un saludo!

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