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sábado, 31 de octubre de 2009

¿HALLOWEEN?


En los últimos años, esta fiesta se ha hecho un gran hueco en las tradiciones españolas. En día de Todos los Santos ha ido siendo eclipsado poco a poco, cada año más, por la noche de Halloween. Este "fenómeno" se ha convertido en toda una fiesta, la cual, está cada vez más presente en nuestras vidas; las tiendas adornan sus escaparates con calabazas y fantasamas de papel, se hacen fiestas de disfraces, y los grandes almacenes disfrutan de los beneficios. Pero, sinceramente, en mi opinión, el "boom" del "Truco o trato", es excesivo y, cada vez, va a peor. Un buen ejemplo de ello es lo que ví el Lunes pasado en mi "fabulosa excursión" con mi clase al Carrefour que está bajando la cuesta de mi instituto (ya, ya lo sé, es ridículo llamar "excursión" ir al Carrefour de al lado del instituto, os aseguro que la ironía no se me ha escapado en ningún momento; y a mi madre tampoco cuando le dí el papel de la AUTORIZACIÓN para que lo firmara, ja, sí también necesitábamos autorización para ir al mismo Carrefour al que nos dejan ir en el recreo, si queremos, a los mayores de 16). Eso sí, en el papelito bien dice que no se responsabilizan si nos pasa algo, entonces, más que una autorización, ¡es una tapadera! Así, si pasa algo, los padres hayan firmado ¡no culpabilizarles! Y luego dicen de la juventud...
Bueno, el caso es que fuimos a comprar adornos para adornar el escaparate de la clase ( es que estudio comercio), el cual tardaron todo el verano mas Octubre entero en acabarlo (habrá crisis, pero el espíritu obrero ¡ nunca muere!); después de meter las mochilas en las típicas bolsas que luego hay que sellar, y coger un carro para llevarlas todas (sí, esa "excursión" dio mucho de sí), fuimos derechos a la inconfundible sección que buscábamos y, os aseguro que, nunca olvidaré esa primera imagen: todo lleno de cosas de Halloween, disfraces, cabezas cortadas, muñecos estrafalerios, caretas horripilantes, telarañas,etc; y justo en medio de todo eso... ¡Crisantemos!, cientos de Crisantemos de un montón de colores, con sus precios y todo. Todo el que iba a por cualquier producto de terror tenía que pasar por todas esas flores, y lo peor, la gente que iba a por flores para llevar al cementerio a sus seres queridos, tenían que pasar por toda la parafernalia. Cada día alucino más con la capacidad que tiene el ser humano de meter la pata hasta el fondo. Por favor, ¿cómo se puede tener tan poco respeto? Vale, ambas "fiestas" son más o menos el mismo día pero, de ahó a llegar al punto de ponerlo junto...hay un trecho. He ahí una clara muestra de hasta donde ha llegado la locura humana, que ya no solo se está dando más a una fiesta extranjera sino que se está menospreciando a grandes cantidades la propia, en la que se supone recordamos a nuestros difuntos. Vale, no será algo precisamente divertido, pero tampoco es como para faltarles el respeto de tal manera.
Asique, por favor, ya que hemos "adoptado" Halloween; y aunque no celebremos ( o sí), por así decirlo, El día de Todos los Santos, tampoco les faltemos el respeto.

sábado, 24 de octubre de 2009

VIVIR PARA VER

Poneos en situación, vas al médico para tí y para tu madre (como ya medio conté en otra entrada, está enferma), y tu doctora, una buena doctora que se preocupa y hace todo lo posible por ayudaros, que os ha mandado a todos los médicos y especialistas en cada rama de medicina que tu madre ha necesitado, te dice una y otra vez que no sabe qué va a hacer, que ha hecho todo lo posible, que ha recetado de todo, pero que tu madre no mejora, al contrario, va a peor, cada día con más dolores, cada vez en más partes del cuerpo, con recaidas cada dos por tres, cada vez más problemas y más medicación para todo, y que ya no sabe qué hacer con tu madre, porque lo suyo es un círculo vicioso, que le manda un medicamento para una cosa pero le va mal para otra, que los efectos secundarios del único medicamento que le sirve para lo principal, que no hay otro que le sirva, es el que le ha producido todas las enfermedades que ahora tiene (desde hace mucho) y, encima, este medicamento solo sirve para mantener, pero no cura del todo, pero no lo puede dejar, es completamente dependiente, se le ha bajado la dosis al mínimo posible, pero claro, las consecuencias de tomarlo ya están, y eso son muchos medicamentos más que ayudan pero, como el otro, no curan. Y que tu propia doctora te diga que ya sí que no sabe qué hacer, que está desesperada porque no ve más salidas, que tu madre ha pasado por infinidad de médicos, y los que no le han hecho peor, tampoco le han dado ninguna solución. Oir de boca de tu doctora que, de verdad, no sabe qué hacer con tu madre, que es la pescadila que se muerde la cola, y que se siente impotente porque, después de todo, no sabe qué más hacer... duele, y mucho. Porque en ese momento, lo único que te sale decirle es: "pues si no lo sabes tú...". Lo "mejor" de todo, es que parece que no se da cuenta de con quien habla al repetirlo una y otra vez, está hablando con la persona que está prácticamente 24 horas al día con esa paciente a la que no sabe como ayudar, que dan ganas de sacar todo lo que llevas dentro y decirle: "(En tono sarcástico, por supuesto) ¿En serio? ¿No me digas? No tenía ni idea. Osea, que me estás diciendo cómo está MI madre, ¿no? Me estás diciendo todo lo que tiene cada vez que vengo, todo lo que toma, lo que le hace daño y lo que no, a todos los médicos que ha ido y va, y que no mejora. Claro, es que ¡como me he caido de un guindo! Porque mira, puede que tú sepas todos los nombres técnicos, los medicamentos, que tengas la carrera de medicina (que a este paso a mí no me hace falta ni hacerla), pero la que está todo el día viendo cómo está MI madre soy yo; soy yo la que se sabe todos los nombres de lo que toma y ha tomado, la cantidad, las horas y la forma de tomarlo, todas las enfermedades que tiene, soy la que le pide las citas, y la que le acompaña, y sin necesidad de mirar ningún historial; soy el brazo en el que se apoya, las veces que sale, la que ve cómo se agota por estar dos minutos a pie quieto, la que ve cómo le dan temblores y no mantiene el pulso de tanto medicamento, la que le lee lo que no consigue ver, la que la oye quejarse de los dolores al sentarse, al levantarse, al acostarse, la que la ha visto deteriorarse y estar como está con tan solo 47 años; soy la que la oye toser día y noche, escupir, vomitar flemas, y la que tiene que fingir que no oye nada cuando pasa, porque tiene que pasar, verlo como algo normal; es muy fuerte decir que te acostumbras a estas cosas, pero lo haces, nunca del todo, porque doler duele pero, por desgracia, una también se acostumbra al dolor. Yo soy la persona que mejor sabe lo que le pasa a mi madre (después de ella misma, por supuesto), asique, porfavor doctora, si me vas a contar todo lo que ya sé para luego decirme que has encontrado una cura, perfecto, pero si no es así, ahorra saliva, porque mejor que mi madre y yo, no lo sabe nadie, ni aunque sea médico."
Y eso no iría dirigido solo a ella, sino también a todos los que van de listos, tanto médicos como no, que se creen saberlo mejor que el propio enfermo.
Aclaro que, no digo que todos los médicos sean malos, hay de todo como en todo, la cuestión es encontrarlo o no. De momento, la incompetencia abunda en este país, habiendo también casos en los que nadie encuentra remedio y que, encima, tenemos que dar gracias a Dios de que, al menos, aunque nuestra doctora no encuentra soluciones, se interesa por buscarlas.



*Quiero dejar claro que lo que he contado en este escrito, lo he contado por la misma razón como la de casi todo lo que escribo (porque me da la gana, je), ha sido un hecho que he vivido repetidas veces (no, no me sumergí en un bucle temporal, dejad de ver tanta tele...), y del que he querido desahogarme, y exponer, a su vez, un caso verídico sobre lo "bien" que está la sanidad (otra vez), nada más. Con esto, quiero dejar claro que no lo he contado para que nadie me intente consolar, ni dar ánimos, ni nada por el estilo (hombre, si da la casualidad de que alguno es científico y ha encontrado alguna fórmula milagrosa, que dé el teléfono), no busco dar pena, ni que nadie se sienta mal, puesto que, cada uno sabe lo que tiene de puertas para dentro de su casa y tiene que vivir con lo que le toca, y punto.
A pesar de todo, a mí me han enseñado bien desde pequeña a ser feliz con lo que uno tiene, pues soy consciente de que hay personas muchísimo peor en el mundo y, por ello, hay que estra agradecido de no estar peor (aunque ya sería complicado, ya sería tomarse demasiadas molestias...), y yo, no me puedo quejar. Y me sientoafortunada de que, al meno, tengo a mi madre, la persona a la que más quiero en el universo ( que ya es decir), y a mi familia, con la que siempre puedo contar (porque con la que no puedo contar no la considero familia), y aunque a veces una necesita soltar toda la mierda que lleva dentro ( que no sienta mal, aunque podría estar mejor diciéndoselo a algunos en la cara), al final siempre sigue adelante (como los de Alicante) con el día a día, y siendo feliz con lo que cada uno considere que merece la pena. Y, aunque cuesta, os aseguro que la merece.

sábado, 17 de octubre de 2009

SER BUENO NO ES MALO

He de reconocer que no comprendo la actitud de algunas personas. No entiendo cómo hay gente que tiene la posibilidad de cambiar de un día para otro completamente, ser hoy una persona encantadora y mañana un egocéntrico redomado. Tampoco asimilo cómo una persona puede cambiar de opinión sobre otra a una velocidad pasmosa; su forma de ser, de tratar a los demás, o a algunos, tanto "camaleonismo" me fascina. De verdad, no sé si es que hay gente muy rápida o yo soy muy lenta en darme cuenta. La cuestión es que por culpa de cosas así, me he llevado varios cortes en mi vida, por amigos, por familia... Y es que, como he oido infinitas veces: no se puede ser buena porque, luego, te llevas todos los palos. Desde pequeña he sido juzgada por ser "demasiado sensible", porque si no "espabilaba" me llevaría muchas "hostias" en la vida. Y mi pregunta a raiz de todo esto es: ¿cómo se puede ser "demasiado sensible"? Es cierto, en esta vida hay que ser duro y fuerte para no "romperte" por el camino, hay mucha gente ahí fuera que parece que su única razón de ser es joderte la vida. El problema es que para poder con ellos tienes dos opciones: unirte a ellos, o ser tú misma soportando sus mierdas y comprendiendo que, aunque no sabes qué pasará, el día de mañana podrás sentirte orgullosa por haberte sido fiel a tí misma, y la gran mayoría que te hicieron daño habrán recibido su merecido.

En esta vida me he llevado muchas "hostias"(metafóricamente hablando), pero la mayoría no han sido en la calle precisamente, y de todas he salido o sigo luchando, con y sin ayuda de mi gente. Siendo más o menos sensible, siendo cada día más mujer, pero sin dejar del todo a esa niña, siendo yo.
A lo largo de mi vida he cambiado, mucho o poco, para bien o para mal (más para bien, espero); llevarse palos es ley de vida (por así decirlo), pero uno no está más o menos preparado para ellos por ser más o menos sensible, cada uno es diferente, cada persona tiene sus miedos e ilusiones, nos pueden gustar o no, los de los demás o los propios, pero jamás debemos juzgar a nadie por cómo es, porque si lo hacemos, nos deberemos juzgar primero a nosotros mismos(no le hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a tí).
Estoy orgullosa, ya no de ser como soy (que creo que tampoco es para avergonzarse, en absoluto), si no de ser como yo quiero, y no como los demás preferían que fuera por "mi bien". Probablemente me habrán afectado las cosas más que a otras personas, y habrá situaciones que no haya resuelto tan bien como otros; pero nadie es perfecto, y no soy ninguna "pánfila" por ello.
Ser bueno no es malo, y los que lo creyeron, son las personas que cambiaron.
Asique, como digo yo: SOY TONTA PERO NO TANTO, es decir, que pueda parecer débil (en este caso) no quiere decir que lo sea.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Algún día todos nuestros sueños se harán realidad.

ESPERA, ¿A LAS PESADILLAS TAMBIÉN SE LAS CONSIDERA SUEÑOS? :-o

domingo, 11 de octubre de 2009

ME CABREA...

(LA SECUELA DE "HARTA")

*Estar esperando al teléfono cuando llamas al ambulatorio o algún sitio por el estilo y te ponen una musiquilla horrible (que se supone es amena) durante media hora y, luego, te cuelgan.
*Estar, por ejemplo, en la cola para pagar en caja en un supermercado y viene la típica vieja que se te cuela (luego dicen de los jóvenes), pero es que, encima, si dices algo, MAL, es una "pobre viejecita", y si no dices nada, eres una gilipollas.
*Las niñatas de la clase (las arrabaleras) que siempre están al acecho de los más débiles, los más tranquilos, o simplemente los que no son unos sinvergüenzas como ellas; que por poco que digas, aunque no sea nada malo, aunque sea lo más normal del mundo, aunque no vaya ni con ellas, aunque sea una conversación privada entre dos personas en voz baja, te saltan como leonas al cuello; que se ponene a gritar EN PLENA CLASE incoherencias, barbaridades sin sentido, que te ponen a parir con una rabia y un odio ¡ como si hubieras matado a su padre! Que tienes dos opciones, ponerte a su altura y quedarte tan a gusto, o pasar y aguantar sus subnormalidades y gritos hasta que se quede afónica o hasta que a la profesora le dé la gana de intervenir, lo que suceda antes.
*Lo siguiente, no sé muy bien si me cabrea o más bien me duele, va un poco con lo anterior, cuando tienes una pelea, un enfrentamiento, o simplemente te están atacando, y la persona en la que crees puedes confiar, se queda neutra, no va en tu contra, pero ni mucho menos a tu favor, y te quedas ahí como una idiota preguntándote qué coño le pasa a esa persona; supongo que lo primero es el dolor, y ahora que lo escribo, el cabreo.
*Que los hijos de mis vecinos, aparte estar llorando en la escalera cada vez que se separan de su padre 1 segundo, se pongan a correr y saltar por ella, tomando de impulso, cómo no, mi puerta, e incluso, a veces, llamando al timbre.
*Y hablando de vecinos, cómo olvidar ese gran personaje vecinal que vive pared con pared de mi casa, nada más ni nada menos que ¡ la vieja loca gritona! Sí, amigos, la vecina más tradicional, la de toda la vida; que la oyes desde el salón GRITANDO, la oyes desde el W.C. GRITANDO, y la oyes desde la cama... ¡ GRITANDO! Poniendo de vuelta y media a todo el mundo, a mi madre y a mí, ¡ cómo no!, las primeras. Ella sola puede montar el jaleo de 40 personas peleando (sin exagerar), ya casi, una está tan acostumbrada que la nota como un murmullo a tope de volumen ( por supuesto), es como la "musica" de fondo que convierte tu hogar en un "hogar, dulce hogar". "En serio", no dan ningunas ganas de ponerle un bozal, aunque una vacuna antirrabia no te diría yo que no.

Bueno, hay muchiiiiiiiiiiiísimas cosas más que me cabrean, pero eso será otro día.
Ahora, disfrutad y, os recomiendo, no cabrearos.
¿Yo? Lo mío va por horas. ;-)

sábado, 3 de octubre de 2009

LETRAS

No entiendo a las personas a las que no les gusta leer.
Escuchar a gente que dice que odia leer, me pone enferma; porque le aburre o por lo que sea, es algo, en mi opinión, increible. Lo respeto, como todo, para gustos los colores, y que cada uno opine y haga lo que quiera. Pero, aún así, no llego a entender cómo alguien puede pasar toda su vida ignorando todo lo maravilloso que te puede ofrecer la lectura. Da igual el tipo, la cuestión es disfrutar de la historia y lo que cuenta, lo que aporta...
¿Cómo puede haber persona que no vean las ventajas? Cultura, lo llaman.
El otro día oí a una chica que decía de forma despectiva que odiaba leer, que no había leido un libro en su vida. Sinceramente, cuando la oí, me dieron unas ganas de decirle: "Ahora entiendo muchas cosas".
Personas como esta, que desprecian todo tipo y forma de cultura. Que se emocionan más por un cotilleo del corazón que por un buen libro. Que se rien de todo aquel que tiene intereses sanos en la vida, que tiene una necesidad de saber, del mundo, de la vida, que mira más allá de sus propias narices. Por gente así, es por la que, a los jóvenes, nos cortan por el mismo patrón. Por la que todos somos juzgados injustamente. Como digo, que cada uno haga lo que quiera, pero si yo respeto lo que los demás eligen, creo que también ellos deben respetar lo que otros eligen, y aunque algunos lo hacen, la gran mayoría se permite el lujo de menospreciarlo (y eso que solo estoy hablando de la lectura).
Y desde aquí, como amante de la lectura declarada, digo:
"Pues ellos se lo pierden."
Eso sí, a los demás, os recomiendo que leáis, leáis y leáis.
Lo que queráis, no importa, pero aprovechad la gran oportunidad que os ofrece la lectura.
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