VIOLENCIA DE GÉNERO

El pasado 25 de Noviembre, se conmemoró el Día Internacional contra la Violencia de Género. Hubo bastantes concentraciones, en diferentes ciudades, como símbolos de repulsa a esta lacra que, cada día, abunda más en el mundo. Varias campañas contra el maltrato, se han iniciado en los últimos años; las más conocidas, las televisivas, las cuales, han aumentado su publicidad según se acercaba dicha fecha. Una de las campañas es la conocida por el lema: “ENTRE UN HOMBRE Y UNA MUJER, MALTRATO CERO.”, cuya página web (http://www.maltratozero.com/), como habréis visto, está enlazada en este blog desde hace unos días; dicha campaña, consta de la colaboración de famosos cantantes, actores, etc., y de la de personas anónimas de todo el mundo; estos, salían en un vídeo donde cada uno, por separado, decían NO a la violencia de género; varios de esos vídeos, formaron parte de los anuncios que hemos podido ver por televisión desde hace unas semanas. En lo últimos años, se han creado muchos grupos de ayuda a la mujer maltratada, números de teléfono especiales, como el 016, que no deja ningún rastro al llamar, y campañas sin fin para concienciar al mundo. Los medios públicos, se han hecho eco de todo esto, y han hecho una buena labor informativa (como, al igual, otros medios públicos, denominados “programas del corazón”, a veces, han hecho mucho daño); pero, a pesar de todo, también siguen informando, por desgracia, casi a diario, de nuevas víctimas mortales por violencia machista, violencia que no distingue de edad, raza, estatus social, creencias religiosas...; violencia que nunca cesa; y que, a pesar de todo, al final, lo único que nos queda es rezar porque sirva para que, al menos, este año haya menos víctimas que el anterior, y tener esperanza de que algún día podamos oir que esas cifras de muertes se han convertido en un gran cero.
Teniendo en cuenta la delicadeza del asunto, no podemos olvidar que, por muchas cosas que se hagan para intentar solucionar esta lacra, las víctimas continuan, las mujeres que sufren agresiones día tras día, que no pueden estar tranquilas ni un segundo al día, que no se sienten a salvo en ningún sitio. Mujeres, personas, que son degradadas constantemente, que están entre la espada y la pared; sufren, temen, callan, así es su vida. Alguna llega a denunciar, la única “salida” posible, pero a veces es peor el remedio que la enfermedad; porque una orden de alejamiento, un papel que dice que una persona tiene que estar a una mínima distancia de otra, teniendo el agresor, que saber el lugar en que está la víctima, para tener un punto de referencia a donde “no acercarse”; que si se acerca lo único que pueden hacer es intentar llamar a la policía, si hay suerte, y si lo meten en la cárcel o calabozo, cuando salga puede volver y pasar lo mismo, o peor. Por mucho que se intente ayudar a solucionar esto, nunca es suficiente, puesto que, las leyes no son lo bastante duras. Al final, la mayoría de las mujeres acaban huyendo, abandonando su vida, para sobrevivir. Estando siempre con el alma en vilo, por que no las encuentren un día; luchando por poder vivir libres y tranquilas, como cualquier persona, lo básico, lo mínimo que puede pedir, y tener, una persona.
Apoyo todas esas campañas y grupos de ayuda, pero creo que, ante todo, los que deberían intentar arreglar de verdad las cosas, están bastantes peldaños por encima de todas esas asociaciones, por encima de la concienciación ciudadana, muy por encima.
En mi opinión, ¿cómo se quiere solucionar grandes problemas de estado si no se pueden arreglar los sociales? ¿Si nadie es capaz de erradicar los problemas, digamos, más básicos, más principales para tener una sociedad sana, cómo quieres solventar los “trascendentales”?
Ojalá llegue el día en que las palabras: VIOLENCIA DE GÉNERO y MALTRATO MACHISTA, queden atrás, y futuras generaciones no sepan ni lo que significan. Ojalá ya hubiera llegado.